LOS MITOS DE MESOAMÉRICA

Los mitos de los pueblos antiguos en el planeta son similares pues comparten un entendimiento básico de la realidad y una noción de los orígenes y el recorrido que ha realizado la humanidad para llegar al momento en que esos relatos fueron concebidos. Cada mito es matizado por las particularidades del grupo, el lugar, el tiempo y el contexto cultural en que se origina.
También los mitos guardan muchas de las pautas que han asistido a la humanidad en este camino, a partir de los cuales se han generado los valores colectivos que han permitido la convivencia y el progreso, privilegiando siempre, aunque a veces a marchas forzadas y en aparente retroceso, el desarrollo y la evolución.

Los distintos mitos de Mesoamérica señalan que la creación ha sido llevada a cabo mediante un proceso de cambio y transformación, donde el final de una era, antecede a la que sigue, siempre mejor, de asociación más estrecha con la divinidad.

Así, en el centro de la llamada Piedra del Sol, de origen mexica (1510), se hallan representadas las eras anteriores y en el centro, la quinta era actual, acompañadas de los símbolos que determinaron o determinarán su destrucción. 
Los mitos mayas de la creación se pueden encontrar ya en las muestras artísticas más antiguas (Fig. Izapa) que están dejando conocer sus significados a través de las recientes lecturas iconográficas y jeroglíficas, y que muestran una completa consistencia con los mitos tal como están narrados en el Popol-Vuh, que es el relato maya de la creación, escrito en XVI en la lengua maya quiché pero con caracteres latinos.

En los mitos de casi todos los pueblos, después de que la creación del mundo se lleva a cabo y finalmente aparecen los primeros seres, capaces de conocer, amar y actuar a voluntad, se encuentran los relatos de las múltiples vicisitudes que atraviesan, generación tras generación, donde los hechos históricos se entrelazan con acontecimientos mitológicos, hasta lograr explicar las razones que los llevaron a asentarse en sus territorios y mantener complejos sistemas de relaciones con las deidades, los ancestros, el entorno natural y los demás humanos.
Son estos mitos sobre los que se fundamenta todo quehacer humano, los que mantienen a la comunidad cohesionada y dan legitimidad al poder de los sacerdotes y los gobernantes.

En los relatos míticos comunes a todos los pueblos, se menciona lo que bien podría ser indicativo de algunos acontecimientos que datan de tiempos muy remotos: la presencia de seres que poseen un mayor conocimiento, que adiestran a los nativos en diversas áreas, desde la agricultura hasta el arte y la moral.
El gran experto en mitología, Joseph Campbell, llamó a estas figuras “héroes civilizadores”,personificaciones no sólo de conocimiento, sino seres que parecen tener un origen sobrenatural, con lo que se refuerza la noción de superioridad, de divinidad.

En Mesoamérica, la máxima representación de este héroe cultural es sin duda Quetzalcoatl, que en la zona maya también portó el mismo nombre figurativo K´uk´ulk´an, o sea, “Serpiente Emplumada”, que en sentido abstracto, representa a un ser que como ave, conoce las cosas del cielo, y como serpiente, las de la Tierra.
Se dice que a él se debe la filosofía y la moral, la agricultura, la metalurgia, el teñido de hilo, además de ser el modelo de sacerdote-gobernante, por lo que con el tiempo, se conoció tanto como una deidad, como personaje histórico y como un título que designaba una alta investidura, tal como se detalla en los muchos manuscritos antiguos en los que se le menciona, y que recoge de manera impecable Henry B. Nicholson en su tesis doctoral Topiltzin Quetzalcoatl.

Los mitos y la vida ritual son elementos indispensables de una vida espiritual. Dice Joseph Campbell que el vivir en constante consciencia de los principios espirituales, era la finalidad prioritaria en las sociedades tempranas. Los mitos, señala, ponen al individuo en contacto con la esencia de su tipología arquetípica espiritual, y la repetición cotidiana del ritual lo mantiene en la frecuencia adecuada. Revitalizar mediante las ceremonias el espacio sagrado, le proporciona un sentido de ubicación sublime, de pertenencia extendido; se ve a sí mismo, ejerciendo auto-conciencia, dentro de un mundo infinito y abundantemente poblado cuya realidad última es espiritual, y la Tierra, un lugar sagrado.
A través de los mitos se santifican los lugares. Donde quiera que se esté, se mantiene la relación con el orden cósmico.

EL MITO DE LA CREACIÓN ENTRE LOS MEXICAS

Tanto en las visiones del Altiplano Central como del área maya, la creación actual marca la síntesis de las anteriores, está en el centro del quincunce, donde se encuentran el origen y la conclusión, manifestación terrestre de la divinidad misma.

En la denominada Piedra del Sol ese describen las diversas eras o “Soles” por los que ha atravesado el planeta, siendo éste el quinto y último, aparece en el centro, y es el Sol de Movimiento, Nahui Ollin

De acuerdo a la “Leyenda de los Soles” de autor nahua anónimo fechado en 1518, el primer sol o era duró 676 años; el segundo, 364 años; el tercero, 676 años; el cuarto, 676 años y el quinto se dice que inició en 1143 ó 1195 D.C. por lo que han transcurrido ya más de 800 años.

De acuerdo a los mitos, se dice que para la creación actual, se reunieron los dioses en Teotihuacan, y cuando el dios a sacrificarse en la pira ceremonial para ser convertido en Sol,Tecuciztecatl, un dios joven y hermoso, muy orgulloso de sí mismo, debió arrojarse, lo embargó la cobardía y por temor no se lanzó, ante lo cual, y para que no fracasara este nuevo intento de los dioses, aquel con el aspecto más desagradable, “El Buboso”, Nanahuatzin, el más humilde, tuvo el valor de arrojarse al fuego con lo que salió fugazmente convertido en el Sol; al ver lo sucedido, Tecuciztecatl, decide arrojarse también, y se convirtió en la Luna, pero brillaba demasiado, hecho que no les pareció justo a los dioses pues no se había ganado por su mérito ese resplandor, y así decidieron lanzar sobre su faz un conejo, para que opacara su brillo, evitando de esta manera un orgullo que no le pertenece.





La cuestión del ensayo y el error, la destrucción y la recreación, así como el fracaso por el orgullo y la grandeza de la humildad, son temas que se encuentran en los mitos de prácticamente todos los pueblos.

Como en la evolución de la naturaleza, en las sociedades humanas se da un continuo proceso de desarrollo, donde las formas obsoletas que ya no promueven el crecimiento del grupo y de los individuos dentro de él, se descartan para dar lugar a nuevos modos, más apropiados y que fomenten el paso hacia la siguiente etapa evolutiva. Es así como las crisis se convierten en los fulcros que dan origen a las nuevas formas y los nuevos ciclos, que cuando se agotan, dan lugar nuevamente a otros nuevos, tal como lo enseñan los mayas a través de sus mitos, sus matemáticas y sus calendarios.

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Habla por ti, amigo; a muchos nos interesa este tipo de información y es más, nos resulta imprescindible más que útil para realizar nuestros deberes académicos.

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    2. exacto, tienes razon esto es muy util para las tareas

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  2. Excelente información. ¿Podría decirnos si Dumezil sigue siendo vigente o existen nuevas propuestas de explicación antropológica? Agradezco su respuesta de antemano. Saludos.

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  3. me ayudo mucho pero debieron agregar las caracteristicas pero esta genial

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